Como se sabe, el régimen islamista iraní es un paraíso de las libertades y los derechos humanos.

Como se recordará, en septiembre de 2022 la joven Mahsa Amini falleció estando bajo custodia policial, lo que desató un gran movimiento de protesta en Irán, cuya represión causó la muerte de cintos de personas y miles más fueron detenidas por participar en las manifestaciones. Siete hombres fueron ejecutados en relación con esas marchas.

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Pues bien: la justicia iraní acaba de condenar a dos periodistas a siete y seis años de prisión por haber contribuido a hacer pública la muerte de Mahsa. Se trata de Elaheh Mohammadi, de 36 años, y Niloufar Hamedi, de 31 años, llevan encarceladas en la prisión de Evin en Teherán desde su detención a finales de septiembre de 2022, días después de la muerte de la joven kurda iraní de 22 años.

Y lo último que ha trascendido es que una adolescente de 16 años, de nombre Armita Geravand, se encuentra en ‘muerte cerebral’ tras ser agredida brutalmente por la policía de la moral iraní por no llevar puesto su velo.

 

Y todo esto, además de las acusaciones a Irán de estar detrás de la organización terrorista yihadista palestina Hamas, que acaba de atacar Israel. 

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