
80.ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, muchos discursos, representación de todos los líderes de la ONU, y en uno de esos 'speech' se alza la voz por los derechos de la mujer... y es el secretario para las Relaciones con los Estados del Vaticano, Mons. Paul R. Gallagher, quien habla. Durante su intervención, reitera el compromiso de la Santa Sede con la promoción de la dignidad y la igualdad de las mujeres, pero advirtió que estas metas no pueden alcanzarse sin respetar la dignidad “desde los no nacidos hasta los ancianos”.
“La igualdad de las mujeres no puede lograrse a menos que se respete la dignidad de todas las personas, especialmente las más frágiles y vulnerables, desde los no nacidos hasta los ancianos”, aseguró el arzobispo. Aseguró que la protección del derecho a la vida “es esencial, ya que sustenta todos los demás derechos fundamentales”.
En un mundo lleno de feministas y feministos, advirtió que no se puede responder con “soluciones falsas, como el aborto”, vendiéndolo como el gran derecho de la mujer, la cumbre del techo de cristal.
Por ello, manifestó que la Santa Sede espera que, “en lugar de centrarse en cuestiones divisivas que no son necesariamente beneficiosas para las mujeres, los Estados cumplan sus compromisos de garantizar la igualdad de las mujeres y respetar la dignidad que les ha sido otorgada por Dios”.











