Irene Montero pretende obligar a los médicos a ejecutar abortos
Aparece una majadera que asegura que no existe la objeción de conciencia institucional porque las instituciones no tienen conciencia. Y se queda tan ancha.
A ver campeona: las instituciones no sólo no tienen conciencia sino que, además, no existen. Pero las personas que pululan por esas instituciones sí.
Eliminar el derecho a la objeción de conciencia es eliminar la conciencia
En definitiva, llega la ley de aborto de, cómo no, Irene Montero. Ustedes se preguntarán ¿cómo puede ‘liberalizar’ el infanticidio en España? Y también me lo preguntaba, pero ahora doña Irene, esa mujer, me ha proporcionado la respuesta: cargándose la objeción de conciencia del personal sanitario. Por eso TVE nos dice que -pobrecitas- las mujeres que abortan tienen que ir a otra provincia para perperrar el más cobarde de todos los crímenes: la muerte del más inocente y más indefenso de todos los seres humanos.
Castigar a los provida con penas de cárcel: déjarme asesinar en paz. Los provida: constituyen un constante recordatorio de mi crimen
Ahora bien, remember: si eliminas el derecho a la objeción de conciencia, estás eliminando la conciencia. Si no, reparen en la majadera del comienzo, lo que pretende es obligar al médico a matar a un niño, quiera o no.
Otra majadería en el mismo publirreportaje de TVE: todo está pensado para que pienses que estás haciendo algo mal cuando vas a abortar. En este caso no puede hablarse de majadería sino de simple idiocia. Ahora bien, da pábulo a que la norma de doña Irene Montero, siempre atenta al sentir del pueblo, condena ¡con penas de cárcel! a aquellos provida que se ofrecen a la mujeres tentadas de abortar para que no cometan un crimen que las acompañará toda la vida y para ayudarles a criar a su hijo.
Táctica podemita: la tele por delante. O sea, RTVE como aparato de agitación y propaganda. Ya lo dijo Pablo Iglesias: un periódico es un arma
¿Comprenden? Por eso hay que encarcelar a los provida: constituyen un constante recordatorio de mi crimen.