Consejo de Ministros del martes 14 de marzo. Salen a escena la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, otro día de gloria, la titular de Defensa, Margarita Robles, de la que sólo puede decirse que es una de las escasos ministros con algún gramo de sensatez y Reyes Maroto, de profesión ministra prejubilable.

El ambiente es el de decadencia, cada día más acentuada: el Sanchismo está en descomposición y cuanto más decae más agresivo se vuelve.

Leonor se va a la mili. Algo mejor que en el colegio masoncete de Gales seguro que le enseñan en el Ejército

Por partes: la portavoz riza el rizo: llama ultra a Feijóo por abstenerse en la moción de censura de Vox... exactamente lo mismo que hizo el PSOE en la moción de Pablo Iglesias contra Mariano Rajoy. Y cuando un periodista le inquiere por ello, Rodríguez asegura que no es lo mismo porque Feijóo ha cambiado el 'no' de Casado por la abstención. Y todo ello, lo suelta Isabelita sin despeinarse. 

La princesa Leonor se va a la mili. Algo mejor que en el colegio masoncete de Gales seguro que le enseñan en el Ejército.

Más burocracia contra el empresario: elenco de nuevas dolencias que recargarán la nómina: salud mental o patologías de la digitalización

El Consejo también ha aprobado más burocracia contra el empresario, con un elenco de nuevas dolencias que recargarán la nómina y la paciencia del emprendedor: salud mental o patologías de la digitalización. El progreso, para los progresistas siempre tiene un coste en impuestos.

Y más viajes-Imserso, que estamos en año electoral y sólo los ancianos pueden salvar a Sánchez de una derrota.

Más viajes-Imserso, que estamos en año electoral y sólo los ancianos pueden salvar a Sánchez de una derrota electoral

Reyes Maroto, ministra de Industria, hace un balance de toda su gestión antes de marcharse a competir con el pepero Almeida por la Alcaldía de Madrid. Se lo resumo: el autobalance de autogestión: lo he hecho todo bien. En la línea de un Gobierno que no tiene abuela.

La verdad es que la pobre Maroto ha sido el patito feo del Ejecutivo. Nadie le ha hecho ni caso. Las tres vicepresidentas le han humillado: Nadia Calviño porque no cree en la política industrial, lo suyo es sobrevivir disparando la deuda pública, Yolanda Díaz porque le preocupa repartir el dinero pero no ganarlo, que eso es cosa de la derecha y una tercera vicepresidenta, Teresa Ribera, para quien la industria es eso que contamina. 

Pero, miren por dónde, Maroto ha dicho que su gestión ha sido un éxito y que la empresas están felices con el Gobierno.... como no podía ser de otra forma.