Consejo de Ministros del martes 11 de enero. La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, sale a escena, escoltada por el titular de Exteriores, José Manuel Albares, y el hombre fuerte del Gobierno Sánchez. Bueno, al menos, hombre presente, siempre presente: el titular de Presidencia, Félix Bolaños.

Rodríguez inaugura nuevo tópico: “el Consejo de Ministros ha trabajado, trabaja y trabajará...”. ¿Lo han cogido? El Gobierno trabaja sin descanso y son “líderes” que “lideran” el “liderazgo”. La frase no es de doña Isabel pero los términos sí, uno tras otro, una y otra vez. Además, el Sanchismo es un régimen sin abuela.

Isabel Rodríguez lamenta la muerte de Sassoli, “con el que compartíamos los valores europeístas”. Y atención: “Hemos liderado la salida europea a la crisis”, asegura Rodríguez (¡¡¡!!!). ¿Lo cogen? Sánchez no sólo ha sacado a España de la crisis, sino a toda Europa y, probablemente, al mundo mundial.

Nueva ley de aborto, pretende “garantizar el derecho de la mujer a interrumpir su embarazo”. O sea, a matar a su hijo en sus propias entrañas. Y de paso, cargarse la objeción de conciencia de los sanitarios

José Manuel Albares, titular de Exteriores, es un tipo listo que no se moja ni en la ducha: habla muy poco y se coloca la mascarilla para esconder hasta sus gestos. El titular de Exteriores presenta el anteproyecto de ley de Desarrollo Sostenible y Cooperación. O sea, cómo ayudar a los países pobres. Pues ojo al dato: los objetivos de la norma son la lucha contra la desigualdad y la pobreza, en favor de la igualdad de género y de la sostenibilidad. ¿Y lo del hambre? Eso es secundario, ya lo decía Forges en su historia del Franquismo:

Y si tenéis una ideología, ¿qué más leche queréis? Pues, por ejemplo, eso: leche.

El proyecto de ley de cooperación tiene aquello que decía la fallecida Loyola de Palacio, en ayuda al desarrollo financiamos demasiado turismo solidario.

En cualquier caso, un objetivo: el famoso 0,7% se logrará en 2030. Esta es otra característica del Sanchismo: en ocho años todos calvos y, en cualquier caso, Sánchez no estará ya en Moncloa. O al menos, eso espero.

Lo que diga el ministro Alberto Garzón no importa lo que importa es “lo que dice el BOE”. No hay debate, no hay dolor. Acuérdense de Rocky

Naturalmente, el borrador nos habla de reforzar la Agencia de Cooperación -o sea, más funcionarios- y de “mejorar la carrera profesional del cooperante”. Y fíjense que yo creía que lo del voluntariado era, como su mismo nombre indica, voluntario, no para “mejorar la carrera profesional” del voluntario.

Pero faltaba la estrella de la jornada: Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, sustituto de Iván Redondo para desgracia de todos.

Don Félix nos explica el calendario normativo del Gobierno, en línea con el Sanchismo, para quien emitir muchas leyes es muestra de eficacia en el Gobierno. Si promulgas muchas normas es que lo haces bien, ¿y si las normas son malas? Es igual, hablamos de cantidad, no de calidad. Para Bolaños se trata de un mérito de “planificación”, lo propio de un Ejecutivo que mide la mejora de las condiciones de vida de los españoles según la planificación que realiza el Gobierno. Es más nos vende que en diciembre el Gobierno hizo dos consejos de ministros por semana. Un alarde que seguramente ha proporcionado mucha felicidad a los españoles.

Ley de Cooperación internacional: mejorar “la carrera profesional” del cooperante. Pero, ¿no eran voluntarios?

Félix habla y no dice nada: es el alumno más aventajado de Pedro Sánchez.

De cantidad hablamos: normas previstas para 2022:

Ley de Ciencia para investigadores.

Ley de Industria: haces una ley de industria y reindustrializas el país. Está clarísimo.

Ley de 5G. La harán las telecos, no el Gobierno.

Startup para estudiantes. Mira, eso no me parece mal, aunque conociendo al Sanchismo seguro que les ofrecen pocas subvenciones... y no un marco legal adecuado.

Ley de vivienda: alquileres a precios razonables que benefician a inquilinos y propietarios. ¿Y por qué no vivienda en propiedad? No, eso es fascismo.

Ley del Insalud. Eliminar los copagos en el sistema sanitario. Traducido: elevar el gasto sanitario y, con ello, los impuestos que pagamos.

Ley de inclusión social: para que los que cobran el Ingreso mínimo Vital (IMV) ingresen en el mercado de trabajo. Hombre, eso quiero verlo: ¿has acostumbrado a una persona a vivir del cuento y luego quieres que se espabile y trabaje 40 horas a cambio de un salario que no superará en mucho, por lo menos durante los primeros años, al IMV?

Ley de inclusión social: ¿has acostumbrado a una persona a vivir del cuento y luego quieres que se espabile y trabaje 40 horas a cambio de un salario que no superará en mucho al ingreso mínimo vital?

Ley contra el racismo: ¿contra los racistas blancos o contra los racistas musulmanes que odian al país que les acoge, llamado España? Creo que Bolaños se refiere a lo primero.

Ley de refuerzo de la igualdad de género: reformar la ley contra la violencia de género. Es decir, fomentar la delación de la mujer contra el hombre y que el varón aún pase más por el calabozo que con la actual norma... aunque no haya hecho nada.

Ley de Trata para acabar con la explotación sexual. El Gobierno piensa ilegalizar la prostitución. Pues bien, lo apoyo. Aunque mucho me temo que no ilegalizará la prostitución sino al proxeneta y al cliente, porque Bolaños ya advierte que el Gobierno quiere “proteger” a las prostitutas. ¿De quién? ¿De sí mismas? Otra gran mentira del Sanchismo: ninguna mujer quiere ser prostituta. Pues me temo que algunas sí.

Más aborto. La verdad es que no puede haber más aborto libre en España pero, como de Sanchismo hablamos, la señora Irene Montero está empeñada en el derecho al aborto, frase empleada también por Félix Bolaños. No se trata de ampliar el aborto porque no puede ampliarse más. Se trata de, ojo al embuste “garantizar el derecho de la mujer a interrumpir su embarazo”. Es decir, a matar a su propio hijo inocente e indefenso en sus propias entrañas.

Pero ojo, hay algo más, ya incoado por Irene Montero: se trata de que ningún sanitario del Sistema público de salud, o sea del 90% del sistema sanitario, se pueda librar de perpetrar o ayudar a perpetrar abortos. Es decir, cargarse el derecho, esta vez sí, a la objeción de conciencia.

Proyecto de ley para “mejorar el régimen jurídico de las familias. Que Dios nos coja confesados.

En resumen, 368 iniciativas legales. El Aranzadi se queda corto hasta en versión digital.