Se lo contó ayer a Antonio Ferreras, uno de sus periodistas de cámara. Reformará el delito de sediciones. Es decir, el delito perpetrado por los indepes catalanes que acabaron en la cárcel y le rebautizará (a don Pedro le encantan los eufemismos) como, atención, "desórdenes públicos agravados", cuyas penas, además, se homologarán, "más o menos", con Europa.

Con ello, se consuma otra cesión del PSOE en principios para mantenerse en el poder con los 13 votos de ERC. Sánchez es el arquetipo de la famosa frase de Groucho Marx: "Estos son mis principios pero si no le gustan tengo otros".