Recuerden las ocho palabras malditas que recordaba Ronald Reagan: "Hola, soy del Gobierno y vengo para ayudar". 

Se cumple un año desde que el Cumbre Vieja dejó de eructar lava con una intensidad no prevista y que aún los geólogos y vulcanólogos no han logrado explicar.

Pedro Sánchez que ejerce 24 horas al día, viajó hasta 9 veces a la isla, parecía que se iba a trasladar a vivir allí, y anunció todo tipo de ayudas oficiales para la reconstrucción. 

Lo del ministro de Félix Bolaños -al que pronto habrá que dejar de llamar 'El Bolas' para asignarle el apodo de 'El exagerado'- fue aún peor: nos contó, cienes y cienes de veces, el balance de las generosas ayudas oficiales concedidas a lo damnificados algo que naturalmente, sólo podía ocurrir con Pedro Sánchez como presidente. 

`PATERAS Y CASAS

Pues bien, un año después de todo, queda en lo denunciado por uno de los afectados, con gran pausa canaria, eso sí: "se acabó todo y las ayudas no han llegado"... que no son ocho palabras, sino nueve. Algo hemos mejorado.