Yo estaba preocupado pero, afortunadamente, el grupo Anima Naturalis se opone al proyecto de la empresa Nueva Pescanova de crear una granja de pulpos en Las Palmas de Gran Canaria. Alegan que no existe una normativa sobre bienestar animal, lo cual, sin duda, es grave.

La verdad es que las granjas marinas, -inversión más costosa pero más natural que las piscifactorías- resultarían un estupenda oportunidad para mantener limpias las aguas costeras, por la cuenta que le trae a la empresa que los octopus se críen bien y bien sabrosos. 

Pero ya ven: los ecologistas insisten en llevarnos a la caverna y a la miseria.

Por cierto, ¿qué entiende un ecologista por bienestar del pulpo? Me alegra que me haga esa pregunta…

La necedad no crece, se desborda día a día. Y lo más grave es que nadie se atreve a decir que el emperador va desnudo.