Publica La Razón que algunas empresas ya han comenzado a implantar microchips en diferentes partes del cuerpo de sus trabajadores. ¿Para controlar a sus trabajadores...? Nunca, el fin último siempre, facilitar la vida del trabajador en su puesto. 

Pero llega Epicenter, una compañía sueca pionera en este campo declara abiertamente que tales microchips están diseñados para mejorar la funcionalidad, actuando como “tarjetas de banda magnética” que permitan a los empleados tener "puertas abiertas, operar con impresoras o comprar batidos con un movimiento de la mano”.

¿Y si se teletrabaja? Pues Epicenter velará por nuestra seguridad, no sea que resbalemos en la cocina cuando vamos a buscar un café -por ejemplo-. Recuerden no se trata de controlarnos, sólo de facilitarnos la vida y de velar por nuestra seguridad si trabajamos en casa.

Según La Razón los empleados interesados en la nueva técnica de Epicenter, se enfrentaron a una inyección, a través de la cual el microchip (del tamaño de un grano de arroz) era incorporado en una de sus dos manos. Según los responsables, este proceso es totalmente seguro, aunque genera demasiados interrogantes en cuanto a la Seguridad y la Privacidad. Por ejemplo, el chip almacenará información sensible, como cuánto tiempo estará trabajando la persona o cuáles son sus gustos gastronómicos al comprar en una máquina. Pero, la empresa no pretende controlar al trabajador, nooooo.

Eso sí, los responsables de Epicenter utilizan un símil muy reconfortante para animar a la implantación de microchips en nuestro cuerpo:  “La gente se ha estado implantando otras cosas en su cuerpo, como marcapasos o cosas para controlar su corazón (stents, por ejemplo)"... y para salvar su vida. Pero eso es secundario.

Claro, simpáticos, pero un marcapasos no ofrece la información que ofrece un chip y, además, resulta mucho más necesario. En cualquier caso, no atenta contra tu intimidad, una de las batallas de nuestro tiempo.

El seguimiento biométrico constituye uno de las grandes posiblidades para los tiranos del siglo XXI, el control absoluto sobre la persona. Y forzoso: si quieres trabajar en esta empresa tendás que someterte. Si no, búscate otro empleo.