Sr. Director:
«Toque de queda» lo define el DRAE como «Medida gubernativa que, en circunstancias excepcionales, prohíbe el tránsito o permanencia en las calles de una ciudad durante determinadas horas, generalmente nocturnas»; esto es, justo lo que ha significado siempre. Mas como al Gobierno le sonaba belicosillo, nos lo endilga llamándolo «restricción de la movilidad nocturna», que es más cursi y progresista. En este caso no importa mucho el cambiazo, pero en muchos otros se persigue claramente generar la confusión de conceptos e ideas. Comenzando por las tan manoseadas palabras «progresismo» y «fascismo», cuyos significados originarios no los conoce ya ni la madre que las parió, pero que hoy llegan a identificar el bien y el mal absolutos.
Como hemos comprobado tras el atentado yihadista en la catedral de Niza, calificado enseguida por muchos como atentado «islamofascista», pese a que el asesino decapitaba al grito de ¡Alá es el más grande! Ahora nuestro Gobierno acaba de aprobar un «procedimiento de actuación contra la desinformación», mediante la creación de una comisión permanente que detectará y alertará («monitorización y vigilancia») medios y plataformas de comunicación. Y es que comité de la verdad y censura son términos que suenan demasiado duros.