Sr. Director:
A lo largo de la historia la Pasión del Señor coincide con el sufrimiento de las personas y sus comunidades, ahora con el de toda una sociedad confinada que llora a sus seres queridos. En pasado Jueves Santo, Día del Amor Fraterno, despuntaba el agradecimiento por la entrega de miles de personas que están dando un testimonio desmedido de servicio, en definitiva, un servicio de amor al prójimo. En la Última Cena que hoy conmemoramos, Jesucristo abre el camino a la gran esperanza que da todo su sentido a la existencia humana: la Pascua de Resurrección. Pero antes, como síntesis de los males que afligen al mundo, Jesús afrontó voluntariamente la muerte en la Cruz, en ese sublime gesto redentor de dar la vida por amor a la humanidad.