Sr. Director:
El mes de noviembre, la Iglesia lo dedica especialmente a la oración por las almas del Purgatorio, y es propio las visitas al cementerio. Hay dos fechas claves: el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, que data de principios del siglo IV ( lo estableció la Iglesia para conmemorar a los mártires cristianos), y el 2 de noviembre, Festividad de los Fieles Difuntos, que data del siglo X en Francia: “el Abad de Cluny rescató esta celebración en honor a los macabeos el 2 de noviembre”.En la Festividad de Todos los Santos se venera a todos los fieles que están ya en el Cielo, los del santoral y los anónimos, que son muchos más. Por estas fechas, solía representarse la obra dramática “ Don Juan Tenorio”, de José Zorrilla.
La víspera, el 31 de octubre, se celebraba All Hallow’s Eve (Vigilia de Todos los Santos), que devino en Halloween, fiesta macabra, extraña a nuestras tradiciones y de impacto terrorífico en muchos niños. Para pensar: Se habla de “ muertos”; pero “para Dios todos están vivos”. Dado que nuestra vida terrena tiene caducidad, es de listos vivir preparados, “ porque a la hora que menos penséis vendrá el Hijo del Hombre” (Jesucristo) y seremos arrebatados a la vida perdurable. Despilfarrar el dinero, es señal de insensatez. Pues lo mismo pasa si vivimos de espaldas a las realidades eternas. De niña. Yo oía: “muerte, juicio, infierno y gloria, ten, cristiano, en tu memoria”.