Sr. Director: El viejo refrán de que no hay peor ciego que el que no quiere ver, puede aplicarse al pie de la letra al ex presidente de la Generalitat, Artur Mas, procesado por llevar a cabo el referéndum del 9-N a pesar de haber sido declarado ilegal por el Tribunal Constitucional. Por mucho que pretendan lo contrario, los encausados eran plenamente conscientes de que estaban cometiendo una ilegalidad. Lo reiteraba en su declaración en calidad de testigo, el, también imputado, hoy diputado y antiguo consejero de Presidencia de la Generalitat, Francesc Homs, al afirmar que estaba convencido de que el referéndum era legal… incluso después de que el alto Tribunal lo hubiese declarado ilegal, me consta, por personas próximas al partido, que eran conscientes. No se trata de una simple contradicción, sino de una convicción que refleja hasta qué punto los dirigentes separatistas catalanes estaban dispuestos a retar al propio Estado que representaban. La sentencia condena a Mas a 2 años de inhabilitación para cargo público, 10 pedía la fiscalía. Pienso que no es necesario comentar las actuales interpretaciones. José Morales