Sr. Director:
Ignoro cuántas ciudades de España son tan generosas como Sevilla con dos grandes traidores a nuestra nación, Simón Bolívar y José de San Martín, a quienes dedica sendas estatuas ubicadas en su suelo. «Liberadores» que traicionaron al Gobierno español al que servían, pero tenidos como héroes de la independencia de algunos países hispanos que, en no pocos casos, pasarían después a depender de naciones enemigas de España que alentaron directa o indirectamente la traición. Y además, logrando que parte de los criollos (los hijos de españoles criados en aquellas tierras) se hicieran los nuevos dueños de ellas, imponiendo a los indígenas mayores limitaciones de las que antes tenían como españoles.
Por eso, ahora que contamos con nuevos traidorzuelos que pretenden descuartizar España con la colaboración del Gobierno sanchista, y viendo la velocidad que va cogiendo todo esto, sería el momento de iniciar los trámites para levantar nuevos monumentos en honor de los felones. Quizás habría que comenzar por ese tan simpático que se juega la vida combatiendo al opresor Estado español desde un chalecito en Waterloo, y que el pueblo conoce como Puchimón. Para respetar el tono épico que requiere este tipo de esculturas, lo suyo sería representarle montado en un caballo, con su pelambrera al viento y blandiendo una espada de siete puntas como siete escaños. (Representarle dentro del maletero de un coche, dificultaría la identificación de nuestro héroe).