Sr. Director:
Aunque el peso de la agricultura en el conjunto de la economía sea sólo un 2,7% del Producto Interior Bruto, en los últimos años se había producido un interesante repunte de la actividad en el sector agroalimentario, cuyo fuerte son las exportaciones. Se trata, además, de un ámbito estratégico de amplia incidencia social y no pocos factores de incertidumbre, entre ellos las ayudas de la Política Agraria Común europea, que deberán ser negociadas en breve. Por eso la respuesta del gobierno no puede ser desviar la atención haciendo responsables a las empresas de distribución, ni caer en la tentación de un intervencionismo que haría saltar todas las alarmas. La protesta del campo no es una anécdota, y requiere seriedad y profundidad, no juegos florales ni narrativas de diseño, a las que tanta afición está cogiendo el gobierno de Sánchez.