El Banco Central Europeo (BCE) ha subido 0,50 puntos el precio del dinero y lo ha colocado en el 3%. Y anuncia que lo subirá en marzo hasta el 4%. Apenas 24 horas antes, nos enterábamos de que la Reserva Federal ha subido el precio del dinero hasta el 4,50%, aunque asegura que ralentizará las subidas. También el Banco de Inglaterra camina hacia el 5% como coste definitivo del precio oficial del dinero.

¿Y eso es malo? No, insisto en que lo irregular es que el precio del dinero sea cero o menos cero. De ese modo es como se ha devaluado el conjunto de la economía mundial y, lo que es peor, todo el mundo, privado o público, trabaja con deuda en lugar de con fondos propios, algo que, a pesar de que hoy sea lo habitual, es una grave contrasentido. 

Ahora hay que esperar a que los gobiernos respondan con un mínimo de sensatez: hay que reducir la deuda pública. Por ahora, no se percibe ese apretón de cinturón en déficit y deuda. Y como ahora, con la subida de tipos, el rendimiento de la deuda pública es mayor, pues el personal se lanza a comprar deuda pública... y los políticos a venderla. Llegará un momento en que no puedan pagarla pero eso no tiene por qué ocurrir mañana. O al menos eso piensa la clase política occidental más irresponsable que hayamos sufrido durante los últimos 50 años.