Hillary puritana
Su padre apagaba la calefacción para endurecer su carácter. Y así son salió Hillary Clinton (en la imagen), metodista y, lo que es peor, puritana. ¿Qué es el puritanismo? Ya lo hemos explicado en estas pantallas, pero lo resumo en estas palabras de Chesterton: "Las ideas modernas de ese tipo (progres y puritanas) no sólo son negativas, son nihilistas: siempre exigen la absoluta aniquilación o la prohibición total de una cosa u otra". Esa es mi Hillary. Un día va a "borrar Irán del mapa" y mañana decretará el aborto obligatorio. No hay grises para un puritano ni se admite la tesis de Machado: "Todo es poco más que algo menos". El puritano, como Hillary, confunde la pureza con la higiene, la honradez con la legalidad y la victoria con el aniquilamiento. En el fondo, revela una sospecha permanente sobre la raza humana. Así que. Insisto: Yo también quiero una mujer en la Casa Blanca, pero no ésta, porfa. Hispanidad redaccion@hispanidad.com