Sólo dos de cada 10 empresas en el mundo prevén aumentar salarios por encima de la inflación.
Es decir que, no en España, sino en el mundo entero, las ganancias de productividad se perpetran gracias al control de los salarios, no al incremento del valor de los bienes servicios producidos. Y en todo el mundo, las rentas salariales ceden ante otros tipo de rentas. Si fueran empresariales podrían entenderse como el premio al emprendedor, pero lo peor es que también se debe al incremento de la renta de los rentistas, generalmente en su versión financiero-especulativa.
Y eso ya suena mucho peor.
Es muy cierto que la doctrina social de la Iglesia quiere propietarios, no proletarios. Pero como proletarios siempre existirán sería bueno que se les pagara salario digno.
Hispanidad
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Talgo, la última presa del 'PNV S.A.': el lehendakari quiere que la sede esté “en Euskadi”, no en Madrid
11/12/24 18:16