No todo vale en el avance científico, con señuelos como la inteligencia artificial o la vida sintética, para mejorar la vida. ¿Biotecnología sin Bioética? Todo lo que se haga para educar a las nuevas generaciones contra el transhumanismo es bueno no, lo siguiente. Es una moda creciente, pero tan peligrosa como alejada del verdadero humanismo. Pasa como con la postverdad, otro término en boga, que no anula otra realidad: la existencia de la verdad. Es tan interesante como recomendable, por tanto, jornada de este jueves 16 en el Palau Macaya de Barcelona sobre "Inteligencia artificial y transhumanismo", organizada por la Fundación Casa de Misericordia de Barcelona (FCMB). Y es que no vale todo en lo que se está diciendo sobre la inteligencia artificial o la vida sintética, en la que entran en juego varias tecnologías emergentes y su difícil encaje ético por la ausencia de un sentido trascendente de existencia. Este reto afecta a varias tecnologías -nanotecnología, biotecnología, informática o TIC-, que pretenden, teóricamente, mejorar la vida, pero que suponen, en la práctica, una amenaza cuando carecen de una base ética y espiritual. Durante la jornada se abordan varios asuntos, como si un robot podrá hablar bien, aspectos educativos o la profundización en lo que nos hace más humanos. Destacan las ponencias de Michele Armani, profesor de Teología y Bioética de la Universidad Católica de Milán y de Albert Cortina, abogado y urbanista, y Ramón López de Mántaras, profesor del CSIC y director del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial. Hispanidad redaccion@hispanidad.com