Lunes negro y martes negro en las bolsas y eso que China está cerrada. Lo hemos explicado en Hispanidad: no se trata del petróleo, cuyo derrumbe es bueno para casi todos y malo para algunos, sobre todo para las petroleras y para los mercados financieros. La primera recesión, la de 2007, tuvo dos raíces: la fabricación artificial de dinero y al especulación en los mercados, a cada día más ajenos a la economía real. Ambas causas siguen en pie y continúan mostrando su cara más tenebrosa. Pero ahora se une, a la especulación bursátil, la explotación laboral china, un mercado que no aguanta más la injusticia en la que se apoya para crecer. Esa será la segunda recesión. Las bolsas no hacen otra cosa que adelantarla. Lógico: los especuladores siempre son los primeros en abandonar el barco que se hunde. Hispanidad redaccion@hispanidad.com