Este viernes sale a la venta en España el Apple Watch (en la imagen). Evidentemente, los modelos son los mismos que en el resto de países donde se comercializa. Lo que cambian son los precios. Y miren por dónde, en España es más caro que, por ejemplo, en Francia y Alemania. ¿Cuánto más? Pues depende del modelo. En la mayoría de ellos, la diferencia es de 20 euros, pero en los más caros, la brecha llega hasta los 400. Y el IVA, aun siendo distinto, -en Francia es del 20% y en Alemania, del 19%- no justifica la variación de precios. Está claro que para Apple, España es un mercado que puede exprimir y que, de hecho, exprime. Y a nadie le gusta que le expriman. A los españoles tampoco. Hispanidad redaccion@hispanidad.com