La actriz de 28 años, Lucy Gordon, intérprete como periodista en Spiderman, se ha suicidado.
El superhéroe de aventuras no pudo socorrer desde la ficción a esta joven que poseía todo lo que cualquier mujer de su edad podía desear: belleza, popularidad, dinero y una pujante carrera profesional.
Pero ya se ve que la felicidad procede de un ámbito más íntimo y secreto, el del alma donada por Dios a cada persona para hacer de ella un hijo suyo, merecedor de grandes cosas en esta vida y de un premio que no termina, acabada la existencia.
La desesperación puede hacer acto de presencia cuando no se está anclado en la seguridad que da el sentirse amado por ese Dios infinito que nos invita a entrar en comunión con él y gozar de sus delicias humanas y divinas y que a diferencia de Spiderman siempre nos salva cuando nos confiamos a él.
Ana Coronado
corana22@gmail.com