No se podrá cobrar más a las mujeres que a los hombres

El debate existía desde hacía tiempo. Desde un punto de vista actuarial, tenía sentido cobrar más prima a las mujeres que a los hombres en un seguro sanitario. Ellas tienen posibilidad de quedarse embarazadas e incurrir en determinados gastos. En cambio, puesto que las mujeres mueren tres años más tarde que los hombres (en media, por supuesto), sus seguros de vida eran más baratos que los de los hombres, cuya muerte –desde un mero cálculo estadístico- es más cercana a igualdad de edad.

Pues bien, todo eso se ha acabado. La Ley de Igualdad de lo ha ventilado. Por aquello de no marginar. Claro que ahora tocará subir todas las primas sanitarias de los hombres y rebajar la prima masculina del seguro de vida. ¿Tiene sentido evitar la discriminación precisamente en empresas en las que su ‘core business' consiste en discriminar para aquilatar el riesgo? Ese es el debate. Gana la igualdad.