Sr. Director:

 

Tengo la sensación, después de haberle leído muchos días sobre este tema, que la manida frase de Aznar sobre el 11 M y que sin él las cosas hubiesen sido distintas electoralmente hablando, tiene otra vertiente.

 

Con perspectiva y con un poco de inteligencia hay que concluir también que además del 11 M, el PP en el gobierno sí que fomentó el crecimiento de una clase política y social que se creía con derecho a todo y que despreciaba a los demás.

 

Y quizá ese hubiese sido su desastre electoral pendiente a largo plazo.

 

Y esto, además de los despropósitos en materia de moral iguales a los del PSOE con el agravante de que para cuando les convenía bien que se declaraban católicos y se refugiaban en la Iglesia, esto a la larga como le digo, hubiese terminado con el PP como gobierno igual que el 11 M aunque más lentamente.

 

Sin nada que ofrecer ni nada que decir, salvo por lo visto los duros a peseta que es lo único que ofrecían y ofrecen sin parar.

 

Es el peligro que se corre cuando en unas personas y en un partido no prevalece España y los españoles y su bien común (que no sólo es su estado de bienestar) sino la ambición personal y el propio partido en si por encima de la nación en su conjunto. Es un fascismo otra vez. Y eso los españoles lo hubiésemos rechazado como digo tarde o temprano.

 

Afortunadamente esa trayectoria que marcaba el PP con su presidente en primer término no ha calado hondo en la sociedad aunque sí en su propio partido.

 

Es evidente que esas iras y esas soberbias de pijo quinceañero obligan a mirar para otro lado y a los que aún son electores por obligación y no por convicción no les han hartado bastante por lo visto pero todo se andará.

 

Al no calar hondo esa postura  que fomentaba el PP  es bastante probable que los españoles que a lo mejor elegimos confundidos un cambio de Gobierno nos hayamos encontrado con la sorpresa de que aun con malos resultados en el caso de que así se produjesen en el plano económico con el PSOE (cosa que aún no sabemos), gozamos de buen talante en el gobierno en general y valoramos este buen talante, aunque, por supuesto, bajo esa templanza el PSOE nos las mete dobladas. Pero por lo menos conservamos y disfrutamos de ese buen talante y educación. Que estoy con usted que parece tontería o falta de inteligencia (a mí me parece justo lo contrario) pero aunque lo fuese preferimos la calma, la paz y la sonrisa.

 

El PP como usted bien describe  también nos las metía dobladas pero con mal talante y fomentando el desprecio al adversario.

 

La verdad que no tiene ni color la sonrisa junto al desprecio o la chulería.

 

Así, estamos observando de vez en cuando que los y las representantes del PP en la Comisión del 11-M se nos hacen odiosos en general por sus formas, sus modos y amargura, además de su pobreza de argumentos frente a las respuestas y conocimiento de los llamados a declarar.

 

La fuerza se les va en demostrar siempre lo malos que son los demás y lo buenos e inmaculados que son ellos. Cosa que los españoles estamos ya empezando a comprender lo poco digno  que resulta además de ser una mentira.

 

Se nota en el PP esa crispación de la que quieren sembrar a España y que me temo solo los deja en ridículo por su falta de profesionalidad y les resta cada día más adeptos.

 

Las penas con pan son menos y así diríamos las penas (porque los desastres morales y sociales en ambos partidos son iguales) con sonrisas son menos.

 

Ojalá esto sirva para que miremos a otro lado y potenciemos los partidos que nos merecemos que los hay y no a estos dos partidos.

 

Ignacio Vélez

 

ignavel2003@yahoo.es