Carrie Bradsdshaw (Sarah Jessica Parker), la narradora de la historia, afirma nada más comenzar la película: "Año, tras año, la veinteañeras vienen a la ciudad de Nueva York a la busca de dos letras: M de marcas y A de amor"…
Pero si ustedes contemplan la película lo que advierten es que los tres ingredientes que definen a las cuatro amigas protagonistas de esta historia son: "hombres, compras y sexo", una etiqueta con la que nos identificamos pocas mujeres "normales".
Sexo en Nueva York, la película, retoma la vida de las cuatro amigas "pijas" de Nueva York cuatro años más tarde de finalizar la serie televisiva. Aparentemente todas, con la madurez, han estabilizado sus vidas. Tanto es así que Carrie va a casarse (¡al fín!) con Big, su madurito novio desde hace 10 años. Precisamente, la boda de Carrie volverá a reunirlas de nuevo o lo que es lo mismo: a compartir sus vidas vacías y pueriles, donde abundan modelos de marca y lujo desmedido…
Reconozco que nunca aguanté un capítulo entero de esta serie televisiva que arrasó en tantos países…Así que "meterme en vena" más de dos horas de las peripecias de estas cuatro "maduritas atractivas" no suponía para mí el plan perfecto…
Entiendo que una película de estas características sirve para todos aquellos que busquen un producto insustancial con el que pasar el tiempo y hacer algunas risas tontas. A esos Sexo en Nueva York no les decepcionará. Es más de lo mismo: como una sesión continúa de la serie televisiva, en la que no faltan los toques picarescos...
Eso sí, me hace mucha gracia que Sarah Jessica Parker, productora además de protagonista, tenga una cláusula firmada en su contrato mediante la cual ella nunca posa desnuda en las películas. Pero ello no impide que, como este invento se titula Sexo en Nueva York, como productora, no vea mal y permita que sus compañeras de reparto, en un momento u otro del metraje, luzcan sus encantos naturales sin recato…y sin ropa.
Para: Los/as que veían la serie televisiva y no se quedaban dormidos en el sofá…