¿65.000 millones de euros arrebatados a los españoles para que la prima de riesgo no sólo no baje, sino que suba?
Mariano Rajoy ha propinado un nuevo hachazo a los españoles para conseguir que el Tesoro pueda financiarse más barato. La respuesta de los especuladores financieros ha consistido en exigirle más, en lugar de menos. Señor Rajoy, su fracaso es de tales proporciones que sólo puede elegirse entre dos opciones: dejar el puesto a otro o cambiar radicalmente de política económica, irnos al otro extremo del péndulo.
Ahora ya sabemos que la especulación financiera, culpable de la crisis financiera, no conoce límites. Y también sabemos que la Unión Europea ha dejado de existir. Se ha convertido en un banco donde el principal accionista, Alemania, se beneficia de la ruina española y de otros países mediterráneos. Por eso ni el BCE ni los fondos paneuropeos compran deuda española. Se benefician de la asfixia económica del país, y es más, la provocan. No olvidemos que el principal inversor en deuda española (bono a 10 años al 7%) son los intermediarios financieros alemanes.
También sabemos que los bancos quebrados deberían haber quebrado y que si alguien debería sufrir las consecuencia de que no nos presten dinero son los rentistas, no los protagonistas de la economía real, sean empresarios, trabajadores o autónomos.
Aumentar los impuestos no ha dado resultado. Pues bien, tendrá usted que reducir los gastos. Bajar los salarios tampoco. Muy bien, pues tendrá usted que subirlos. Los países del euro nos han dejado tirados. Pues bien, tendrá usted que pensar, a ser posible junto a Italia, en ofrecer un ultimátum a Alemania: o esto cambia o nos vamos del euro.
¿Medidas difíciles? Ciertamente, pero es que el cáncer no se cura con apósitos.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com