• La multinacional alemana siempre ha preferido promocionar Skoda frente a Seat.
  • Y es que los sueldos checos continúan siendo inferiores a los españoles.
  • Los sindicatos se temen una nueva reducción de empleo en la fábrica de Martorell.
  • Las ventas mundiales de Seat han bajado un 12,2% hasta julio.
  • Tras varios intentos fallidos de prorrogar el plan Prever, García Sanz –el español con más poder en Volkswagen- ha logrado que el Gobierno endurezca las inspecciones de la ITV.

Como es bien sabido, Seat forma parte del grupo alemán Volkswagen que, además, posee también la marca Skoda, a la que siempre ha preferido promocionar por encima de la española. Un claro ejemplo de esto, fue la decisión de reflotar el modelo 'Toledo', "un icono para España", según el vicepresidente comercial del grupo, pero fabricarlo en la planta de Skoda, en la República Checa, a pesar de que en Martorell están por debajo de su capacidad. ¿La razón? Que los sueldos de los checos continúan siendo más bajos que el de los españoles.

Así las cosas, los sindicatos se temen una nueva reducción de puestos de trabajo en la planta situada a 30 kilómetros de Barcelona, y más después de los últimos datos conocidos: desde enero hasta julio de este año, Seat ha vendido 189.200 vehículos en todo el mundo, es decir, un 12,2% menos que en 2011, sobre todo por la caída del mercado europeo, que ha descendido un 17,2%.

Por su parte, y ante la caída del mercado del automóvil, Francisco Javier García Sanz (en la imagen), vicepresidente ejecutivo del grupo Volkswagen y presidente de Anfac (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones), ha logrado que el Gobierno de Mariano Rajoy endurezca las condiciones de la Inspección Técnica de Vehículos (la conocida ITV). ¿El objetivo? Forzar a los usuarios a que compren coches nuevos. Y todo en aras de la seguridad vial.

Pero es que el sector del automóvil ya intentó en 2011, con el anterior ministro Miguel Sebastián,  prorrogar el plan Prever. El socialista se negó: no había dinero. Se volvió a intentar con el nuevo Ejecutivo de Rajoy, pero tampoco hubo éxito: había todavía menos dinero que antes. Entonces, el sector lanzó su amenaza al Gobierno: como no hay un nuevo plan Prever, vas a endurecer las condiciones de la ITV, y si no, reducimos la producción que todavía hay en España. Finalmente, a esto último, el Ejecutivo ha dicho sí.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com