El descenso de acogidas y la ley antisacrificio saturan las perreras era un titular de prensa en medios catalanes.
Y es que cuando la economía va mal, incluso los animales lo sufren. El número de adopciones en las perreras ha caído en picado con el cambio de ciclo económico. Los últimos datos oficiales referidos al 2007 hablan de un 30% en Barcelona ciudad y de un 20% al conjunto de Cataluña, pero la situación se ha agravado en 2008, según los responsables de las protectoras de animales.
Este descenso, que algunos cifran en un 20% más, y la norma que impide el sacrificio está llevando a una situación insostenible a los centros de acogida. De ahí la necesidad de construir nuevas perreras.
Sin duda se trata de problemas causados por aplicar un derecho humano a los animales, derecho que se niega, por el momento a los no natos y se habla de los ancianos, se pueden matar los embriones que no queremos aunque estén en el útero materno, se podrá matar al abuelo pero no se puede matar el perro.
José Morales Martín
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