Como siempre, Banesto y Bankinter fueron las entidades más madrugadoras a la hora de presentar los resultados del primer trimestre. Flojos y más que flojos. Porque el problema ya no es la morosidad, caballo de batalla en 2009 y 2010 sino que el negocio típico no marcha y se está despeñando.
El Pastor, por ejemplo, ha presentado una cuenta de resultados mala, con fuerte caída de todos los epígrafes de la actividad recurrente. Presumen el banco gallego de un coeficiente de recursos propios, siguiendo la moda actual que todo lo fía a la capitalización, pero un banco bueno no es el que tiene mucho capital sino el que tiene poca mora y gana dinero con el préstamo.
El Sabadell mejor que el Pastor pero no pasa de regular. Aparenta un crecimiento que no es tal, se debe a la absorción del Guipuzcoano. La eficiencia sube (es decir, empeora) del 42 al 50% y la rentabilidad sobre recursos propios se derrumba desde el 9,20 al 6,27. La mora desciende pero también la cobertura de la misma. Tendrá problemas si no se recupera el crédito.
El mejor el Santander. Mal el ratio de eficiencia pero el ROE se deteriora menos, aunque cae desde el 12,94 al 11,37. Ojo, porque el mercado no le está valorando (valor teórico del 0,94% frente al 1,19 del año pasado). Pero sus márgenes típicos están al alza.
En cualquier caso, tras la desastrosa reforma de cajas de ahorros, en el sector ya se habla de una necesaria reconversión bancaria. Para cuando acabe las de las cajas de ahorros, se supone… si se acaba algún día.
Eulogio López
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