La prensa española no puede informar sobre El Aaiún.
Si la reunión estaba prevista, ha sido una mala fecha; si ha sido como consecuencia de los acontecimientos de El Aaiún, el silencio del ministro del Interior hace temer lo peor. Aunque visto lo visto en la última semana, su no comparecencia continúa en la línea del Gobierno que todavía no ha protestado por las acciones de Marruecos en el Sahara.
¡Qué lejos quedan los años en que se podía ver a Trinidad Jiménez y a otros líderes socialistas con pegatinas en favor del pueblo saharaui! Se ve que el equilibrio necesario en Marruecos para mantener la estabilidad en España es ahora mucho mayor que hace siete años.
Suponemos que Rubalcaba dirá que ha sido una visita de rigor, sin ningún tipo de importancia y que para eso no hace falta ninguna rueda de prensa. Es decir, mirar para otro lado, agachar la cabeza y eso sí, luego intentar sacar pecho ante una pregunta un poco más fuerte de los periodistas.
Desde luego, con esta actitud del Gobierno, se entiende que Marruecos, gobernantes como Chávez o piratas como los de Somalia tomen a España por el pito del sereno. Pero mientras no se atrevan a actuar según Justicia (con mayúsculas) y no según interés, habrá que acostumbrarse, por desgracia, a que un día nos digan una cosa y al siguiente, la contraria.
Andrés Velázquez
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