Christen Varley (Causa Consciencia): con esta decisión se ha abierto "la puerta a un Gobierno que no ve límites a la cantidad de libertades que puede quitar"Como ya sabrán ustedes, el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha declarado 'constitucional' la parte central de la reforma sanitaria del presidente Barack Obama, que obliga a los estadounidenses a contratar un seguro médico bajo pena de multa, entendida como una especie de impuesto que el Congreso está autorizado a imponer en virtud de su potestad tributaria. Aunque por los pelos: el presidente del Supremo, John Roberts, inclinó la balanza, 5 a 4, para que el llamado 'mandato individual' siga adelante, aunque el Congreso deberá revisar su aplicación concreta.
Lo bueno de la reforma, efectivamente, es que el Supremo ha declarado constitucional la expansión de la cobertura pública del Medicaid para los más desfavorecidos, aunque restringe los poderes del Gobierno federal para sancionar financieramente a los estados que no cumplan con la expansión de este programa social.
El problema es que esta reforma de la Sanidad validada por el Supremo de EEUU incluye también un mandato individual que obliga a todos los ciudadanos a comprar planes de seguros de salud, aunque incluyan la anticoncepción y el aborto, según Aciprensa. Y también se obligará a los empleadores -a las entidades, organizaciones, instituciones religiosas, etc.- a ofrecer a sus empleados seguros de salud que incluyan la contracepción, la esterilización y medicamentos que inducen al aborto, incluso si se viola la libertad de conciencia. Lo cual provocó las críticas de personalidades, políticos y organizaciones católicas, que presentaron más de 50 demandas contra esta norma a nivel nacional.
Por eso, para los provida estadounidenses, la noticia es triste, pues atenta contra la libertad religiosa y la causa pro-vida en todo el país. Como recoge Aciprensa, Christen Varley, directora ejecutiva de Causa Consciencia -una organización independiente que defiende la libertad religiosa-, señaló que estaba "muy decepcionada" con la decisión de los magistrados. "La primera línea de la Primera Enmienda de nuestra Constitución garantiza a todos los americanos el derecho a la libertad religiosa". Con esta decisión se ha abierto "la puerta a un gobierno que no ve límites a la cantidad de libertades que puede quitar".
Pero la pelea contra este mandato que promueve la contracepción continuará. Varley dijo que representa una "afrenta flagrante contra la libertad religiosa" y aseguró que su organización continuará trabajando con gente de todas las confesiones para pedir al Congreso que "haga caso omiso de esta política devastadora que pone en riesgo la libertad religiosa".
Los obispos de diversas diócesis de Estados Unidos hablaron también contra este mandato -como recogía Noticias Globales-, advirtiendo que es una severa amenazada a la libertad religiosa de los que se oponen a este texto.
Todo esto habría perecido automáticamente si la ley hubiera sido declarada inconstitucional por el Supremo de EEUU. Pero esto es lo que hay. En EEUU, paraíso de las libertades -se supone-, se la han cargado con esta norma.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com
Lo bueno de la reforma, efectivamente, es que el Supremo ha declarado constitucional la expansión de la cobertura pública del Medicaid para los más desfavorecidos, aunque restringe los poderes del Gobierno federal para sancionar financieramente a los estados que no cumplan con la expansión de este programa social.
El problema es que esta reforma de la Sanidad validada por el Supremo de EEUU incluye también un mandato individual que obliga a todos los ciudadanos a comprar planes de seguros de salud, aunque incluyan la anticoncepción y el aborto, según Aciprensa. Y también se obligará a los empleadores -a las entidades, organizaciones, instituciones religiosas, etc.- a ofrecer a sus empleados seguros de salud que incluyan la contracepción, la esterilización y medicamentos que inducen al aborto, incluso si se viola la libertad de conciencia. Lo cual provocó las críticas de personalidades, políticos y organizaciones católicas, que presentaron más de 50 demandas contra esta norma a nivel nacional.
Por eso, para los provida estadounidenses, la noticia es triste, pues atenta contra la libertad religiosa y la causa pro-vida en todo el país. Como recoge Aciprensa, Christen Varley, directora ejecutiva de Causa Consciencia -una organización independiente que defiende la libertad religiosa-, señaló que estaba "muy decepcionada" con la decisión de los magistrados. "La primera línea de la Primera Enmienda de nuestra Constitución garantiza a todos los americanos el derecho a la libertad religiosa". Con esta decisión se ha abierto "la puerta a un gobierno que no ve límites a la cantidad de libertades que puede quitar".
Pero la pelea contra este mandato que promueve la contracepción continuará. Varley dijo que representa una "afrenta flagrante contra la libertad religiosa" y aseguró que su organización continuará trabajando con gente de todas las confesiones para pedir al Congreso que "haga caso omiso de esta política devastadora que pone en riesgo la libertad religiosa".
Los obispos de diversas diócesis de Estados Unidos hablaron también contra este mandato -como recogía Noticias Globales-, advirtiendo que es una severa amenazada a la libertad religiosa de los que se oponen a este texto.
Todo esto habría perecido automáticamente si la ley hubiera sido declarada inconstitucional por el Supremo de EEUU. Pero esto es lo que hay. En EEUU, paraíso de las libertades -se supone-, se la han cargado con esta norma.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com