El candidato del PSOE rechaza que se apruebe la reforma por referéndum.
El acuerdo de dos partidos mayoritarios en el Congreso ha permitido que este viernes se presente la propuesta para llevar a cabo una reforma de la Constitución, que permita aplicar un techo de gasto a la deuda pública y el déficit. Por eso en la mañana de este viernes, representantes de ambos partidos, y de los partidos nacionalistas, han hablado sobre esta reforma que parece haber levantado cierto malestar.
La primera ha sido la popular Soraya Saénz de Santamaría, que ha aprovechado la ocasión para ningunear al candidato socialista a las elecciones generales, del que ha dicho que no ha participado en las reuniones y que el acuerdo se ha logrado sin él. Ante esta insinuación, muy dolorosa para quien es el actual líder del socialismo español, ha salido Alfredo Pérez Rubalcaba, en tono humilde, manifestando que no le gusta llevarse los méritos, -"he estado en muchos sitios del barco y lo último del que me ha importado es quién maneja el timón o quién hecha el carbón"-, aunque insinuando que sí que ha estado detrás de las negociaciones. Y en la misma línea se ha manifestado Pepiño Blanco, el portavoz del Gobierno en el Consejo de Ministros en la rueda de prensa posterior a la reunión del Ejecutivo. Para Blanco, "Rubalcaba es quien ha definido la orientación de la negociación", cosa extraña, sabiendo que hace un año la consideraba innecesaria y digna de risas, que hasta hace dos días desconocía esta medida, e incluso no estaba de acuerdo, pero que el presidente del Gobierno le convenció, y que además, con su postura se enfrenta a bastantes miembros de su partido que, o están en contra de la reforma, o quieren que se apruebe con un referéndum, cuando él ha afirmado que de referéndum, nada.
Lo que estaba claro es que la alegría que han mostrado tanto PP como PSOE por el acuerdo, se puede volver llanto si no logran un bloque compacto para alcanzar los 3/5 de los votos. Saben que con los nacionalistas no pueden contar -y es que como ya anunciamos, esta reforma la quieren aprovechar nacionalistas vascos para pedir que se incluya en ella el derecho a la autodeterminación-, pero los socialistas no las tienen todas consigo para mantener unidas sus filas.
Juan María Piñero
juanmaria@hispanidad.com