El embajador de España en Venezuela, Raúl Morodo, lleva una  semana en España ayudando al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a preparar su comparecencia parlamentaria. Como se recordará, Moratinos afirmó que el Gobierno Aznar había apoyado en 2002 el golpe de Estado contra el venezolano Hugo Chávez. Mariano Rajoy exigió la dimisión de Moratinos, pero Zapatero le mantuvo en su puesto.

Pues bien, Morodo se ha traído toda la documentación de la Embajada española en Caracas con la que proporcionar munición al debilitado Moratinos.

Importante personaje este Raúl Morodo que a sus 70 años de edad manifiesta no haber abandonado el más ortodoxo de los fascismos. A pesar de su edad, y de no pertenecer a la carrera diplomática, cuando el PSOE llegó al poder, Morodo exigió las embajadas de Cuba o Venezuela. Le tocó Venezuela, y está pagando el favor.

¿Quién es el principal valedor de Morodo ante el Ejecutivo? Pues, el ministro de Defensa, José Bono. Precisamente, qué casualidad, el hombre que primero visitó a Hugo Chávez en Venezuela y el principal valedor del semidictador venezolano ante el Gobierno Zapatero.