En un momento crucial para el futuro de Europa, el futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha garantizado este jueves ante los dirigentes europeos reunidos en Marsella que España va a "avanzar en la consolidación fiscal" y a "cumplir impecablemente" con sus objetivos de déficit y se ha comprometido a emprender una "profunda reforma" del mercado laboral y una reestructuración "definitiva" del mercado financiero.
Una cumbre del PPE que sirve de antesala a la reunión del Consejo Europeo. Rajoy ha puesto en evidencia que España no está dispuesta a quedarse atrás en la nueva Europa, en la que los Partidos Populares representan una tradición que da sentido a la necesaria unidad económica.
Es una tradición política con unos valores que hunden sus raíces en la presencia del cristianismo, en su pensamiento social y en sus obras educativas, económicas y de caridad. Sería insuficiente y triste que los líderes populares europeos se contentaran ahora con lograr los necesarios instrumentos técnicos. Hace falta un impulso ideal que recupere esa rica tradición tan olvidada.
"Rajoy ha ganado las elecciones diciendo la verdad a los españoles", ha dicho Durao Barroso.
Además la experiencia política y de gobierno que tiene Mariano Rajoy son más que suficientes para que el pueblo le haya dado su confianza.
Nieves Jiménez
