Sr. Director:
El reciente estudio que publicaba su periódico el pasado día 3 de octubre ha puesto de manifiesto lo que cuesta criar a un hijo. Hay muchos numeritos en el trabajo publicado por la CEACCU y se pueden hacer de ellos muchos escritos y muchas lecturas.
Pero sólo voy a pararme en una ¿qué hacemos con las familias que están teniendo hijos? ¿Las ponemos como ejemplo de Familias socialmente responsables o las señalamos como familias potencialmente peligrosas por consumistas y engendradoras de futuros consumistas?
Si tener un descendiente parece que sale muy carito al menos hasta los 18 años... demos el resultado de lo que cuesta tener dos o tres o incluso ya aventurémonos a contar a cómo salen cuatro adolescentes mensualmente.
Me gustan estos estudios que además parten de organizaciones de Amas de Casa consumidoras y usuarias y habitualmente tan silenciadas en los medios pero tan presentes en la economía del país. Hay que relacionar más a las Madres de Familia con la economía, con el bienestar social, con la verdadera seguridad social, con el motor del empleo.... y hay que dejarlas procrear en paz, si ese es su deseo.
Hace tiempo que las familias están reclamando lo que es suyo, el protagonismo y la libertad de organizarse como quieran y por tanto ignoran y critican las políticas paternalistas que las ahogan. Pero nunca hay dineros directos para ellas.
Procrear está carito pero compensa. Compensa a las familias y a la sociedad porque los hijos son una riqueza a largo plazo, ahí están los datos.
Los que tienen hijos hoy en día no son unos iluminados o unos irresponsables sino gente que sigue creyendo en la solidaridad, en la fraternidad y que vive con esperanza....
El estudio ponía de manifiesto que los sueldos no han aumentado al mismo nivel que la manutención de los vástagos, el estudio recuerda la baja natalidad, ¿y todo esto le importa a alguien? ¿Seguiremos mirando para otro lado cuando hablemos de presupuestos familiares? ¿Seguiremos diciendo que tener hijos es un lujo que solo se pueden permitir unos pocos privilegiados? ¿y quién decide quienes son los privilegiados?.
Pilar Pérez
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