• Recompra 165 millones de euros de deuda, eso sí, con un descuento del 27,62%.
  • La deuda del grupo sigue siendo insostenible (3.347 millones de euros).
  • Aunque lograra vender con el mismo descuento el 13,65% que le queda de Mediaset, el apalancamiento del grupo seguiría siendo excesivo.
  • Además, en junio vence la emisión de bonos convertibles en acciones que firmaron BBVA, Santander y Caixabank que, de no pagarlos, convertiría a las entidades en accionistas
  • Y ninguna de las tres está por la labor.

El grupo que preside Juan Luis Cebrián (en la imagen) está haciendo caso a los bancos acreedores y empieza a reducir deuda. Este jueves hemos conocido que ha recomprado 165 millones de euros de deuda, eso sí, con un descuento del 27,62%. A buenas horas, mangas verdes, como diría el castizo. En cualquier caso, el mercado lo ha agradecido y los títulos del grupo han repuntado este viernes más de un 5%. Lo cierto es que a Cebrián no le queda más remedio. A cierre del primer trimestre del año, la deuda del grupo ascendía a 3.512 millones de euros.

Tras la venta a Telefónica de Digital por 725 millones de euros y la colocación del 3,67% de su participación en Mediaset por 121 millones de euros, la deuda se ha reducido hasta los 3.347 millones de euros. No es mucho, pero es algo. El problema es que sigue siendo una cantidad insostenible.

A PRISA no le queda otra que seguir vendiendo activos. Ya hemos contado muchas veces que Janli se niega a desprenderse de Santillana, soporte de buena parte de las nóminas del grupo. Queda el 13,65% de Mediaset, pero hay dos problemas. El primero, que nadie quiere una participación minoritaria de una empresa controlada por Berlusconi, que posee el 82%.

En cualquier caso, y este problema es más grave, aunque Cebrián dedicara la mitad de lo obtenido por la venta de Digital a pagar deuda, más lo que pudiera ingresar por la colocación de toda la participación de Mediaset -con el mismo descuento (27,62%)- el ratio de apalancamiento seguiría siendo insostenible, esto es, 6,3 veces el Ebitda del grupo.

A todo esto, en junio vence la emisión de bonos convertibles en acciones que firmaron BBVA, Santander y Caixabank, sobre todo las dos últimas. Si PRISA no los paga, Santander y Caixabank se convertirían en accionistas del grupo, pero ninguno de los dos bancos están por la labor.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com