Desde el PNV el análisis económico no puede ser más pesimista. Existe riesgo de deflación, la recuperación tardará en llegar, el paro y la baja productividad erosionan nuestro tejido productivo y nuestra empleabilidad. A todo eso hay que sumar la ausencia de reformas estructurales, apunta el diputado del PNV, Pedro Azpiazu. Y concluye: El panorama es pavoroso, se le ponen a uno la carne de gallina.
Azpiazu considera que no hay que ser alarmista, pero tampoco caer en el zapaterismo que consiste en mirar para otro lado cuando llegan los problemas. Un viaje muy bien metido que obedece -al menos en parte- al disgusto del PNV ante el más que probable e inminente nombramiento de Patxi López como lehendakari. Tras décadas en el Gobierno vasco, ahora les tocará pasar a la oposición. Toda una revolución institucional, según sus propios términos.
Además, Azpiazu le pregunta por qué avalar 9.000 un agujero que exige 3.000, por qué ese colchón tan enorme. Pedimos transparencia y frecemos cautela. MAFO contesta lo mismo que se viene diciendo en las últimas semanas: creían necesario 3.000, pero querían tener manos libres por si se produjera una salida de depósitos. La realidad es que la fuga de depósitos ha sido menor de la que teníamos prevista". O sea que las llamadas a la calma han funcionado razonablemente bien.