Sr. Director:
Entre las ideas que expuso Mariano Rajoy sobre el proceso separatista, en su intervención ante miembros del PP en Barcelona el pasado 29 de noviembre, se encontraba esta: «No hemos jugado a la tensión ni al enfrentamiento. Los delirios se calman con tranquilidad y no con más alboroto».
Entre las ideas que expuso Mariano Rajoy sobre el proceso separatista, en su intervención ante miembros del PP en Barcelona el pasado 29 de noviembre, se encontraba esta: «No hemos jugado a la tensión ni al enfrentamiento. Los delirios se calman con tranquilidad y no con más alboroto».
Proverbial es la cachaza que caracteriza a nuestro presidente, y ojalá funcionase su receta universal de «Tranquicilina» para todo; pero hay delirios que exigen actitudes más enérgicas para combatirlos.
En Sevilla ha sido juzgado un esquizofrénico paranoide que, padeciendo delirios persecutorios, terminó asesinando a puñaladas a su padre, a su madre y a su hermana, que estaban tranquilamente en su casa. Lo que demuestra que, al menos frente a los delirios persecutorios, no siempre funciona la tranquilidad y las cosas pueden llegar a acabar muy mal.
Convendría que Rajoy tomara nota de ello, si es que ello no intranquiliza en exceso al señor Arriola, por supuesto.
Miguel Ángel Loma Pérez