• Los yihadistas palestinos dejarán de disparar proyectiles contra territorio israelí a cambio de que los judíos dejen sus bombardeos aéreos contra el enclave palestino.
  • En Irak, analistas especulan con un acuerdo tácito entre los líderes kurdos y los yihadistas del EIIL.
  • Y mientras, la interrupción de los suministros de electricidad y agua comienzan a crear situaciones de emergencia humanitaria en las ciudades y pueblos de la llanura de Nínive.
Lo último en la difícil situación que atraviesa en los últimos días Oriente Medio por su enfrentamiento entre Hamás e Israel es que se ha alcanzado un alto el fuego, lo cual, en sí mismo, hay que saludarlo con satisfacción.

La escalada de violencia se inició a mediados de junio, cuando desaparecieron en Cisjordania tres jóvenes israelíes -dos de ellos menores- cuyos cadáveres, tiroteados, fueron hallados el pasado lunes cerca de la ciudad palestina de Hebrón. Desde entonces, los enfrentamientos se han saldado con muertos y heridos en ambos bandos.

El mediador para el alto el fuego entre el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) e Israel ha sido Egipto, según informa la BBC, que cita a fuentes del partido islamista.

Hamás (organización terrorista yihadista) está dispuesta a poner fin al disparo de proyectiles contra territorio israelí a cambio de que el Gobierno de Benjamin Netanyahu garantice que no continuará con sus bombardeos aéreos contra el enclave palestino.

Hablando de yihadismo, en Irak continúa el asalto del país por parte de los yihadistas sunitas del Estado Islámico e Irak y el Levante (EIIL), que luchan contra las defensas del ejército iraquí del gobierno chiita.

En ese contexto, en Mosul -ciudad conquistada por EIIL el pasado 9 de junio- "la fuerza aérea iraquí comenzó a bombardear, y los ataques aéreos están aumentando de intensidad cada día. Las carreteras que atraviesan la llanura de Nínive estaban llenas de caravanas de vehículos con familias musulmanas que huían de Mosul hacia Erbil y el Kurdistán iraquí", relata a Fides el arzobispo caldeo de Mosul Amel Shamon Nona. 

Los ataques aéreos siguen haciendo que la ciudad se quede vacía de civiles, mientras que los milicianos siguen controlando los barrios y se registran incursiones de grupos armados en las iglesias. "Grupos armados asaltaron la Iglesia siro-ortodoxa de San Efrén y la siro-católica dedicada a San Pablo. El ataque duró unos diez minutos, y se ha confirmado que de la Iglesia siro-ortodoxa se han llevado la cruz del altar", explica Nona.

Mientras tanto, en las ciudades y pueblos de la llanura de Nínive la interrupción de los suministros de electricidad y agua comienza a crear situaciones de emergencia humanitaria entre la población, en parte debido a las altas temperaturas que están afectando a la región. Toda la zona de la llanura, hasta unas pocas decenas de kilómetros de Mosul, está ahora bajo el control militar kurdo. Pero la milicia kurda Peshmerga no manifiesta por ahora la intención de coordinarse junto con las tropas del gobierno iraquí para entrar en conflicto contra los insurgentes sunitas.

Analistas especulan con un pacto no escrito de no agresión entre los kurdos y los yihadistas sunitas: una posible fragmentación de Iraq alentaría el proyecto de la independencia deseado desde siempre por los kurdos del norte de Iraq. Por eso los líderes kurdos podrían tener ahora una convergencia tácita de intereses con los yihadistas del EIIL, que a su vez, en su rápido avance en el territorio iraquí, han podido contar con el apoyo de las tribus sunitas relacionadas con el Baath, el partido de Saddam Hussein, cuya red había sido expulsada después de la caída del régimen.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com