El comando anti-Rajoy se hay organizado

No ha sido un portazo de San Gil. Ha sido el portazo del sector disidente del marianismo en el rostro de María San Gil. La noticia no es que San Gil se haya ido a reflexionar, sino que la oposición a Rajoy ya está organizada. La salida de San Gil supone un salto cualitativo respecto a las marchas de Zapalana y Acebes. En este caso, hay un tema ideológico claro y unas aspiraciones personales nulas. La propia San Gil rechazó ir como número 2 en las listas de Madrid. Su sitio está en el país vasco. Eso le da una autoridad moral absolutamente indiscutible, por mucho que los genoveses digan ahora que San Gil no ayudó a la victoria de Rajoy y que sus resultados electorales no fueron buenos. Mediocres.

El caso es que San Gil cuenta con el apoyo de la esposa de Aznar, Ana Botella, quien dice de ella que es una referencia moral y afectiva del partido. Casi nada. Todo un apoyo del ex presidente por vía de cónyuge. Por su parte, Jaime Mayor Oreja también apoya a San Gil y afirma que darán la batalla para que el PP sea una garantía. Una garantía de defensa de la libertad y la dignidad en el país vasco frente a los que aplauden a quienes pagan los secuestros para salvar la vida tipo Playa de Bakio.

Oreja, Aznar, Arístegui. Mucho peso pesado como para hacerle frente. Son referentes del partido mucho más sólidos que los Lasalle y las Saenz de Santamaría. Eso sí, no cuentan con los resortes internos. Pero el pulso está echado. Ya veremos a ver cómo se resuelve. Pero las espadas están en alto y Rajoy está más preocupado que nunca.