Según una encuesta realizada por Bloomberg, la opinión de los inversores extranjeros en relación a Obama es positiva en un 87%; en cambio, Obama no es profeta en su tierra. Entre los inversores nacionales, su popularidad cae al 49%. Todo un efecto del marketing Obama mundial. Sólo un 25% de los americanos le consideran bueno o excelente frente a la mitad de europeos y asiáticos. Fuera de Estados Unidos, el 80% prefieren a Obama frente a Bush como gestor de la economía.
Pero dentro de Estados Unidos todavía hay un 43% que prefieren a Bush sobre Obama. La encuesta está realizada entre el 14 y el 17 de julio entre 1074 suscriptores de Bloomberg, operadores o decisores de mercado. Lo llamativo es que la mitad de los encuestados se definen como de centro izquierda frente a un 43% que se autodefinen como de derechas. Y aquí no hay cambios sustanciales entre norteamericanos y extranjeros.