ACI).- Con un enérgico mensaje en el que rechazó las agresiones contra la vida de los no nacidos y se comprometió a defenderlos, el Presidente George Bush coronó la Marcha Nacional por la Vida, iniciativa que congregó a decenas de miles de personas en el histórico National Mall de esta capital para conmemorar los 30 años de la decisión judicial Roe vs. Wade que legalizó el aborto en el país. 

En una comunicación telefónica en vivo desde Saint Louis, Missouri, que fue reproducida por altoparlantes, el mandatario agradeció a los organizadores de la marcha por incluirlo en esta "celebración de la vida" y aplaudió el esfuerzo de los machistas que combatieron las bajísimas temperaturas y con mucho sacrificio se reunieron en el Mall.

"Muchos de ustedes han viajado en bus toda la noche y ahora enfrentan el frío. Admiro su perseverancia y su devoción a la causa de la vida", afirmó Bush al comenzar su discurso.

"Ustedes están congregados en el National Mall, que no dista mucho del monumento dedicado a Thomas Jefferson quien, como saben, es autor de nuestra Declaración de Independencia. La Marcha por los Vida recuerda la verdad evidente de esa Declaración que reconoce la igualdad y los derechos inalienables a la vida, la libertad, y la búsqueda de la felicidad. Ese principio de América necesita defensores en todos los lugares y generaciones", indicó Bush. Según el mandatario, "en nuestro tiempo el respeto por la vida nos llama a defender a los enfermos y moribundos, las personas con discapacidades y defectos de nacimiento, todos los que son débiles y vulnerables". En medio de aplausos, el mandatario aseguró que "esta verdad evidente, nos llama a valorar y proteger las vidas de los niños inocentes que esperan nacer".

"Ustedes y yo compartimos el compromiso de construir una cultura de la vida en América, y estamos avanzando. Como Presidente, he firmado el Acta de Protección a los Infantes nacidos vivos, me he opuesto a la destrucción de embriones para investigar las células estaminales y he rechazado el uso de fondos tributarios para financiar programas internacionales que promuevan el aborto", afirmó. 

Asimismo, recordó que su administración está "luchando contra la ley de Oregon que permite el suicidio asistido por médicos, apoya la educación en la abstinencia, los programas de ayuda a mujeres embarazadas y las leyes de notificación paternal. Ofrecemos alternativas compasivas al aborto, promoviendo la adopción y extendiendo la cobertura de salud estatal al no nacido".

El mandatario aseguró tener esperanza en que "el Congreso de Estados Unidos apruebe este año una ley que prohíba el aborto por nacimiento parcial, que yo firmaré. El aborto por nacimiento parcial es un procedimiento aberrante que ofende la dignidad humana". 

Bush se comprometió también a urgir "al Congreso a prohibir toda forma de clonación humana. No podemos crear vida para destruir vida. Los seres humanos no son materiales de investigación que pueden ser usados en un experimento cruel". "Por 30 años –agregó-, la Marcha por la Vida, se ha sostenido de la oración constante y la fuerte esperanza en que algún día, todos los niños nazcan en una familia que los ame y una nación que lo proteja".

"Cuando ese día llegue, ustedes recibirán el agradecimiento de millones de personas, especialmente de aquellos que conocen el don de la vida porque ustedes se preocuparon y mantuvieron la fe. Que Dios bendiga a todos ustedes y que Dios siga bendiciendo a América", concluyó. 

Washington DC fue el escenario de la principal marcha por la vida, que tuvo múltiples ediciones en todos los estados del país. Su intención fue recordar el fallo que en 1973 hizo la Corte Suprema de Estados Unidos a favor de Jane Roe, seudónimo de Norma McCorvey, una joven madre que reclamó el aborto por una violación que nunca sufrió.  

Varios años después, McCorvey reveló que mintió a la justicia por la presión de las abogadas feministas Sarah Weddington y Linda Coffee, que le ofrecieron ayuda a cambio de utilizar su caso en los tribunales, y se convirtió en una activista pro-vida. Aunque se basó en una mentira, el caso Roe vs. Wade legalizó el aborto a pedido en el país y se convirtió en la bandera de los "pro-choice" o "pro-elección" que reclaman el aborto legal como "derecho" de la mujer a decidir sobre su cuerpo.

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