El pasado 28 de septiembre Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, hoy los únicos dueños de Aerolíneas Argentinas y su filial Austral (tras la salida con fórceps de Antonio Mata), anunciaron ante el presidente Néstor Kirchner; su Jefe de Gabinete (y protector del Grupo MARSANS), Alberto Fernández; el Ministro de Planificación (e influyente Kirchnerista) Julio de Vido; y  el secretario de Transporte, Ricardo Jaime (el funcionario público argentino que más denuncias por corrupción, ineficiencia y arbitrariedad en el desempeño de sus funciones acumula) el nuevo plan de inversiones en la aerolínea. Todo ello después de que el gobierno argentino rechazara e impugnara judicialmente los tres ejercicios contables anteriores, por presunto fraude y lucro indebido de MARSANS en 114 millones de dólares.

Las fabulosas inversiones anunciadas por Pascual y Díaz, junto con el nuevo CEO de Aerolíneas, Esteban Maccari, se hallan dentro de lo ya declarado a principios de agosto pasado, cuatro días antes de que el gobierno argentino autorizara un aumento en las tarifas aéreas de cabotaje del 20%, junto excepciones impositivas a la compra/leasing de aviones; a los seguros que también podrán ser contratado en el exterior y al combustible; además de subsidios al mismo en las rutas internas deficitarias, que en el caso de Aerolíneas Argentinas, será altamente significativo. En concreto, el monto de la inversión prometida es de 1.000 millones de dólares, a efectuar en el período 2006-2009. El grueso de la misma destinada a la adquisición de aviones por 800 millones de dólares, no se hará efectiva hasta 2009. Y, tal cual habían anticipado Pascual y Díaz en agosto la compra la hará MARSANS, no la aerolínea de bandera argentina (los accionistas mayoritarios de Aerolíneas a título personal aclaró Maccari). Serán 12 aeronaves Airbus A-330, las cuales según Pascual, hijo, podrán ser utilizadas por cualquiera de la aerolíneas del Grupo (Air Plus Comet, Pullmantur Air y Aerolíneas Argentinas), según sus necesidades.
 
Los restantes 200 millones de dólares es de suponer serán utilizados para comprar repuestos, componentes y motores, dada la intención declarada de rehabilitar la numerosa flota empresaria inoperativa por dichas causas. El plan contempla un programa por año de incorporación de nueva flota, muy agresivo pero realizable afirmó Maccari. Antes de finalizar 2006 se anunció que se incorporaran al servicio 14 aviones, 8 de los cuales serán aeronaves de Aerolíneas reparadas más cinco MD-83 y un B737-500, un total 54 aviones operativos. Para el final del 2007 se prometió sumar 13 aviones en leasing de distinta flota, llegando a un total de 67; y para fines del 2009 se dijo que Aerolíneas Argentinas tendrá 77 aviones en operación sobre un total de 82, aumentando en un 85% su oferta de asientos.
 
Todo ello, suponiendo que, por vez primera, Marsans cumpla sus promesas de invertir en Aerolíneas. Hasta ahora no lo ha hecho nunca, lo que ha provocado un envejecimiento de la flota que incluso, si hemos de hacer caso a los sindicatos de pilotos y de técnicos, ha puesto en peligro la seguridad aérea de los pasajeros.