Sr. Director:

La falta de escrúpulos y de vergüenza del PP no conoce límites. Tras oponerse en el Congreso al cambio de sexo, ahora lo aprueba en el Senado. Con esto persiguen un claro objetivo, que en el subconsciente colectivo de los católicos quede fijada la primara acción y no atiendan a la segunda.

Ésta suele ser la línea sinuosa y sibilina del PP. Y encima quiere Esperanza Aguirre que Alternativa Española no se presente a las elecciones. Dios quiera que se lleve una sorpresa y se encuentre a un grupo católico y coherente en la comunidad y en el ayuntamiento que le ponga las peras al cuarto a su partido.

Miguel Camacho Ruiz

angostillo@yahoo.es