El 24 y 25 de marzo se reúnen los jefes de Gobierno de los países europeos para presentar una respuesta global a la crisis de deuda y nuestro presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, anunciará nuevas reformas para cumplir el Pacto del Euro. Pero antes, se juntan este lunes los ministros de Economía para tratar de acordar cómo se va a reforzar el fondo de rescate -actualmente es de 750.000 millones de euros-, para países con problemas de deuda.
Y qué mejor panorama para esta situación que la crisis política que actualmente afronta Portugal después de que la oposición no apoyara las últimas medidas de ajuste, lo que podría provocar la caída del Gobierno del país luso, y provocar un rescate por parte de la UE y del FMI.
En la mesa de la reunión se encuentran las dos maneras de afrontar el refuerzo del fondo de rescate. Por un lado, el defendido por el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, y la vicepresidenta española, Elena Salgado, que creen que para llegar a reforzar la capacidad financiera del tramo intergubernamental del fondo de rescate hasta 440.000 millones de euros, es necesario incrementar las garantías que aporta cada país de la eurozona. Pero Alemania quiere que los países que no tengan máxima calificación crediticia, como España, aporten también capital.
En estos casos, los países que se beneficiaran de estas operaciones deberían someterse a un plan de ajuste similar a los impuestos a Grecia e Irlanda, por lo que los fondos no podrían usarse para aliviar la presión de los mercados sin necesidad de medidas adicionales.
Andrés Velázquez
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