Más del 60% de los españoles, según un reciente estudio, quieren acceder a la telefonía móvil de tercera generación, la conocida UMTS. Lo que ocurre es que, a pesar de las promesas del Gobierno Zapatero, tanto Telefónica como Vodafone no consiguen instalar el número de antenas necesarias, dada la oposición popular a un despliegue, que consideran perjudicial para la salud. Por más que los estudios médicos insisten en lo contrario, lo cierto es que los alcaldes no quieren arriesgarse a perder votos.
En cualquier caso, la operación UMTS continúa. Ahora mismo, sólo existen cuatro modelos de terminales de UMTS, pero para la campaña de navidad habrá una decena, con baterías más duraderas y con precios más baratos (ahora mismo el precio mínimo para una terminal UMTS es de 500 euros). Sin embargo, continúa el problema de las antenas