Sr. Director:
Cada día, son más los comentarios y las columnas de opinión que dicen que los obispos no tienen derecho a decir lo que opinan de los matrimonios homosexuales, la eutanasia, etc.
Quizá esté equivocado, porque yo estudié con el antiguo y retrógrado sistema de BUP y COU, pero a mi me enseñaron que la libertad de expresión, derecho inalienable del ser humano, consistía en que todos sin discriminación, tenemos derecho a pensar y a decir lo que nos de la gana.
Si esto es así sólo caben dos opciones: o no hay libertad de expresión o los obispos no son seres humanos. No soy biólogo, pero me parece que la segunda cae por su propio peso.
Marcelino Gil
marcegil@mailpersonal.com