Los ruegos de los aparatos y de sus propios maridos han pinchado en hueso

Cuatro años en Moncloa y los españoles no conocen de Sonsoles Espinosa sino su mal genio y su estilo acre con los extraños. De Elvira Fernández, la mujer de Rajoy, aún es más desconocida. Ambas, especialmente la segunda, se niegan hacer declaraciones, aunque se quejan continuamente a los equipos de imagen de sus maridos sobre tal o cual noticia, este o aquel comentario.  

Como los comicios están reñidos, los asesores de campaña de ambos líderes deseaban que Sonsoles y Elvira se involucraran más en la campaña, pero no ha sido posible. También se lo han pedido sus esposos, pues ninguno de los dos tiene el triunfo asegurado, pero ambas se han puesto tercas y se han negado en redondo.