Últimamente se habla mucho del bosón de Higgs, que el Premio Nobel de Física León Lederman ha llamado 'La Partícula de Dios', pues explica el origen del universo.
Esta partícula subatómica explica el paso de la energía a la masa, y algún periódico ha dicho que con este descubrimiento ya sabemos cómo comenzó el cosmos y Dios está de sobra.
Esta afirmación es una necedad, o una falacia con mala idea.
Esta partícula explica cómo comenzó el cosmos, pero no por qué.
La Ciencia explica cómo funcionan las cosas, pero la Filosofía explica la causa de su existencia, y la Religión: quién.
Esa partícula existe y funciona así porque un ser inteligente, Dios, la ha creado y le ha dado unas leyes para su funcionamiento.
Es de sentido común reconocer un ser inteligente que ha puesto en el cosmos las leyes por las cuales funciona.
Es absurdo pensar que la técnica que resplandece en el cosmos es obra de la casualidad.
Sería como encontrarse en el campo un teléfono móvil y creerse que salió allí por casualidad.
Donde hay técnica hay detrás una inteligencia.
Y en el cosmos admiramos una técnica maravillosa: desde la leyes matemáticas que rigen el movimiento de la estrellas, hasta el funcionamiento del bosón de Higgs.
Jorge Loring