Las operadoras se lo pensarán antes de poner anuncios en las privadas

Las medidas anunciadas por el Gobierno para financiar RTVE sin publicidad han levantado una enorme polvareda. Sobre todo, cuando la broma supone para las telecos 400 millones de euros. Durante la reunión con De la Vega, de nada sirvieron los argumentos de las operadoras, ni su amenaza de llevar el asunto a los tribunales y ante Bruselas. De hecho, como ya se encargara de destacar el propio Sarkozy, el único país que ha hecho algo similar es Francia, donde la cuestión está judicializada. El caso es que la vicepresidenta primera mantuvo una actitud prepotente e informó a las operadoras de que esto son lentejas. Unas lentejas que fueron cocinadas por UTECA a propuesta de Zapatero y servidas por De la Vega.

El presidente de AETIC, Jesús Benegas, ha estado muy crítico en un encuentro con la prensa celebrado en la mañana de este jueves. Asegura que el sector ya está financiando con tasas parafiscales 825 millones de euros. Es el sector más intervenido fiscalmente tras el del tabaco, el alcohol, los carburantes y el juego. Con la diferencia de que los primeros son dañinos para la salud y las telecos invierten 5.000 millones de euros al año y son la base de la sociedad de la información.
De llevarse a cabo la propuesta de De la Vega, las telecos cubrirían el 41% del presupuesto, sólo superado por el 45% del Estado y el 11 de las televisiones privadas. ¿Tiene sentido que las telecos financien la televisión pública? Es más: ¿tiene sentido la existencia de una RTVE comercial, competidora con el sector privado sin aportar servicio público? Esta debería ser la pregunta.
Parece inevitable que el Consejo de Ministros apruebe este viernes el decreto, pero el Gobierno tiene que empezar a poner a prueba sus mayorías en el Parlamento. Y la gran pregunta es ¿de dónde va a sacar el apoyo? Las telecos parecen dispuestas a hacer que la futura ley sea impopular repercutiendo sobre sus clientes de manera detallada el incremento que suponga pagar la tele pública sin anuncios. Por no gustarle, la idea no le gusta ni al presidente del regulador CMT, Reinaldo Rodríguez.

Hay una nueva derivada más que debe tenerse en cuenta. El juego de Jorge del Corral, presidente de UTECA, parecía fácil: RTVE restringe la publicidad, convidan las operadoras, mientras las privadas pueden acceder a una porción mayor del pastel publicitario y mejorar así sus ingresos. Sin embargo, quizá ni De la Vega ni UTECA han pensado en un detalle que puede dar al traste con el positivo escenario que se han dibujado. El círculo es el siguiente: los operadores de telecomunicaciones, que son empresas privadas, deberán financiar con el 0,9% de sus ingresos el 24% de la nueva, aún más deficitaria y aún menos competitiva RTVE. Pero esos mismos operadores de telecomunicaciones, que también son anunciantes, y, casualmente, los anunciantes más potentes de la tele, se pensarán a partir de ahora muy mucho poner anuncios en las cadenas privadas y en los medios escritos con los que comparten grupo mediático, porque los presupuestos no son ilimitados, y de alguna parte tendrá que salir el dinero con el que, cerramos el círculo, han de subvencionar a la tele pública.

Más sencillo todavía: en la Primera y la 2 ya no habrá anuncios. Los anunciantes (cierren los ojos y piensen por un momento en la cantidad de spots que ven al día sólo de Movistar y Vodafone) sólo pueden lucirse en las privadas, porque las teles de pago no entran en este juego. Si los operadores son menos solventes porque padecen una sangría de tasas e impuestos, gastarán menos, mucho menos, en publicidad. Y de ello, las más perjudicadas van a ser las teles privadas. Y si no, al tiempo.